Tema 1: La enseñanza de lenguas en el presente modelo educativo, nacional y autonómico
¡Hola a todos y a todas!
En este tema hemos tratado como ha evolucionado el sistema de enseñanzas de lenguas a lo largo de la historia tanto en la Enseñanza Secundaria Obligatoria, el Bachillerato y la Formación Profesional como en la Escuela de Idiomas, de las cuales también comentamos su evolución. En cambio, en esta entrada no abordaremos la organización del sistema educativo español en referencia a las lenguas extranjeras a través de un repaso temporal de los procesos de enseñanza-aprendizaje, sino que nos centraremos únicamente en la actualidad y hablaremos del sistema de enseñanza de idiomas, haciendo referencia a su organización, sus objetivos más generales, sus resultados y las posibles causas de estos.
En este tema hemos tratado como ha evolucionado el sistema de enseñanzas de lenguas a lo largo de la historia tanto en la Enseñanza Secundaria Obligatoria, el Bachillerato y la Formación Profesional como en la Escuela de Idiomas, de las cuales también comentamos su evolución. En cambio, en esta entrada no abordaremos la organización del sistema educativo español en referencia a las lenguas extranjeras a través de un repaso temporal de los procesos de enseñanza-aprendizaje, sino que nos centraremos únicamente en la actualidad y hablaremos del sistema de enseñanza de idiomas, haciendo referencia a su organización, sus objetivos más generales, sus resultados y las posibles causas de estos.
En cambio, a fin de contextualizar el tema que vamos a tratar y por si tuvierais alguna duda sobre la organización del sistema educativo actual en general, podéis visitar este enlace en el que encontrareis toda la información de manera gráfica y muy resumida:
Ahora que ya conocemos la estructura general, podemos centrarnos en las lenguas extranjeras, más concretamente en el inglés, que es la primera lengua extranjera de carácter obligatoria debido al peso del idioma en el mundo actual y a su carácter de lengua franca. El inglés, está por tanto presente en todos los sistemas educativos, constituyendo además una materia troncal tanto en la etapa de la ESO como del Bachillerato. Es por esta condición, que la promoción del alumnado depende en buena parte de esta asignatura y que los exámenes de acceso a diferentes enseñanzas, como la universitaria o la formación profesional incluyen en sus procesos de acceso pruebas específicas para este idioma. Con ello, ya podemos entrever el gran peso e importancia que se le otorga al conocimiento de una lengua diferente a la materna, y que existe por tanto un compromiso de aprendizaje de lenguas que se encuentra expreso en los objetivos del curriculum de ambas etapas mencionadas, pues en el caso de la Educación Secundaria Obligatoria la apropiada comprensión y capacidad de expresión en un idioma extranjero es la base fundamental de la enseñanza, al igual que lo es la expresión fluida y correcta en la materia en el caso del Bachillerato.
Sin embargo, este compromiso tan patente en estas etapas y con unos objetivos tan claramente marcados parece estar ausente en todas las modalidades de la Formación Profesional; pues aunque en los exámenes de acceso a esta formación, las lenguas extranjeras están presentes, no lo están del mismo modo en sus currículos. Los idiomas aparecen incorporadas como materia obligatoria en aquellas profesiones relacionadas con el sector servicios, el comercio internacional o las actividades realizadas en busques o transportes marítimos. En definitiva, están presentes por obligatoriedad, pues en estas profesiones el manejo de diferentes lenguas es una necesidad imperante, pero en los otros casos las lenguas extranjeras brillan por su ausencia, aunque parece que se le concede cierta importancia a través de los programas de movilidad, como el Erasmus +.
De manera general ya parece que el sistema presenta algunas carencias, pero el problema principal no parecer estar tan referido a la estructura - que en ocasiones olvida la importancia del uso de la lengua - sino que se hace patente en el propio método de enseñanza, que no consigue cumplir los objetivos planteados de manera uniforme. La enseñanza de las lenguas no es una ciencia exacta y con ello parece que los niveles de unos centros y otros equidistan entre ellos, no todos los métodos son iguales y en general la enseñanza que todos hemos tenido se ha basado en clases en español en la que la actividad y el conocimiento se media por saber cubrir huecos, relacionar palabras o memorizar largas listas de vocabulario, nada que ver con el sistema que se proponía ya en épocas pasadas en el que aparecían iniciativas de gran eficacia como el uso de la lengua en las aulas y el enfoque comunicativo de las clases, en los que la conversación y los comentarios de texto en la lengua meta estaban siempre presentes. En cambio, parece que estas iniciativas se han perdido y que la enseñanza ha sufrido fuertes cambios, cambios que no han ayudado a la mejora del sistema.
Sin embargo, los cambios no han sido solo a nivel de enseñanza, a lo largo de la historia, la materia de lenguas extranjeras ha visto modificados sus horarios, su obligatoriedad, el planteamiento del curso e incluso la predominancia de la lengua -primero el francés y a partir de los años 70 el inglés-.
Pero ¿a qué se deben tantos cambios? ¿Responden realmente a un análisis que promocione la mejora de la lengua? ¿Se hacen estas modificaciones teniendo en cuenta las carencias del sistema y sus puntos fuertes?
Lo cierto es que los cambios no responden a ninguna de estas cuestiones, si no que más bien se han visto sujetos a los vaivenes legislativos en materia de educación. Unos vaivenes que van de la mano de los partidos políticos y de sus propias ideologías y que en lugar de mejorar la enseñanza, la han obstaculizado o dificultando al no permitir un análisis de funcionamiento del sistema, no solo de las lenguas, pero también en general. Es por ello que tras haber contado el país con siete leyes educativas desde el año 1970 hasta la actualidad - y en espera de una octava ley- las lenguas extranjeras se mantienen como la asignatura pendiente de los sistemas españoles. A pesar de los cambios sufridos en los últimos años tras la implantación del inglés como lengua obligatoria y una segunda lengua extranjera como materia optativa en ciertos niveles de la Enseñanza Obligatoria y Bachillerato, los españoles se encuentran a la cola de Europa en cuanto al nivel de lenguas, pues en un ranking frente a otros países europeos España se sitúa como vigesimotercera en una lista de 32 países tal y como muestra la clasificación del Índice del EF English Proficiency del que podéis encontrar más información en esta imagen
En definitiva, las lenguas extranjeras parecen una necesidad y un objetivo básico en nuestra política educativa, pero ¿hasta qué punto los organismos encargados de la educación están comprometidos con esta mejora? y ¿hasta qué punto el sistema de enseñanzas es el correcto?
Espero que os haya gustado y espero vuestro comentarios y opiniones.
¡Hasta la próxima entrada!
¡Hola, Yaiza! Me ha encantado tu reflexión acerca de la implicación institucional en la enseñanza de lenguas y el método que hoy en día se está llevando a cabo dentro de las aulas. A mí se me ocurre otra pregunta relacionada con este tema: ¿dentro del sistema español se valoran todas las lenguas extranjeras por igual o vivimos en uno basado en la hegemonía del inglés? Gracias por tu gran aportación a la formación de este tema.
ResponderEliminar¡Hola Laura!
EliminarGracias por tu comentario, me alegro de que te haya gustado la entrada.
En lo referente a tu pregunta, creo que el inglés tiene un papel hegemónico claro, no solo a nivel nacional pero también internacional. Para defender mi afirmación te presento datos de Eurostat, que en 2015 indicó que un 97,3% de los alumnos europeos estudian inglés como lengua extranjera frente a otras lenguas como el francés(20,1%), el alemán(13,8%) o el español(8,1%), que como ves se encuentran considerablemente por debajo. Es decir que las lenguas extranjeras no tienen la misma consideración en las aulas es un hecho claro, a nivel personal creo que esto se debe al potencial económico que acompaña a la lengua inglesa y su carácter actual de lengua franca.
Además creo que es una evidencia que en nuestros centros no cedemos el mismo valor a las lenguas, pues es siempre la lengua inglesa nuestra primera y frecuentemente única opción como primera lengua extranjera.
Espero haber resuelto tu duda.
Un saludo.
Hola, Yaiza. Me ha gustado mucho tu entrada. Con respecto a los continuos cambios legislativos en materia educativa, opino que son contraproducentes ya que al no mantenerse ningún sistema durante un mínimo de tiempo no podemos saber si funciona o no ni analizar por qué. Creo que sería necesario que toda la sociedad se pusiese de acuerdo en este tema, aunque creo que no va a suceder, al menos en el corto plazo. Un saludo.
ResponderEliminarHola Alicia,
EliminarMuchas gracias por tus amables palabras. Estoy completamente de acuerdo contigo, todos sufrimos estos constantes cambios que no nos permiten analizar de modo eficaz el funcionamiento del sistema y que nos hacen hasta sentirnos perdidos en nuestras opciones como alumnado.
Además, como tú bien dices, no podemos detectar de ningún modo las carencias ni los puntos fuertes de un sistema que no es capaz de mantenerse en el tiempo y que no cuenta con la opinión de los profesionales en esta materia. Esperemos que las cosas vayan cambiando poco a poco y que nosotros como futuros docentes tengamos la oportunidad de experimentar este cambio.
Un saludo.